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Categoría: Pangea Talk

La gH2Ota que rebosó la copa

Por DiegH2O Castellanos

Un grupo de gotas de agua conversaba mientras bajaban por una ventana durante un aguacero. Una de ellas preguntó a las demás:

Si H2Oy fuera el último día de su vida ¿qué les gustaría hacer?

Todas empezaron a contestar emocionadas, cada una tenía cosas pendientes en el mundo.

“A mí me hace falta visitar El CH2Ocó”

“A mí me falta comerme un SancocH2Oo en la playa”

“Yo quiero conocer una H2Ormiga que juegue H2Ockey”

“A mí me falta probar cH2Ontaduro en el Valle”

“Yo quiero comer cH2Olao en la Feria de Cali”

“A mí me falta preparar ensaladas con corazones de alcacH2Ofa”

“A mí me falta H2Ornear bizcocH2Os de zanaH2Oria”

“Yo quiero disfrazarme de CH2Oclo”

“Y yo de helecH2O

“A mí me falta ser amiga de un H2Olograma”

“A mí me falta comer cH2Orizo en CH2Ocontá”

“Yo quiero luchar contra los Pitufos por un H2Ongo”

“A mí nunca me han leído el H2Oróscopo”

“Yo quiero lanzar un corcH2O de champaña al tecH2O

“Yo quiero volver al H2Ome office”

“A mí me falta conocer tulipanes en H2Olanda”

H2Oonestamente a mí me alborotan los pincH2Os”

“Yo quiero dormir en un H2Otel que tenga colcH2Ones de agua”

“A mí me falta conocer el H2Orizonte”

Entonces la gota que hizo la pregunta inicial dijo:

“A mí me falta lograr que los humanos le enseñen a sus niños a cuidar el agua, para que tengamos tiempo de conocer todo lo que nos falta, porque los sueños del agua son los sueños de todos” y con su mano hizo un dos que también es la señal de victoria.

El borde de la ventana se acercaba a pasos agigantados. Ante el final inminente la tensión subió tanto que sudaron la gota gorda, pero aH2Ora la gota ya estaba lista. Respiró H2Ondo, miró hacia la brillante superficie transparente bajo una H2Orda de gotas de lluvia y se impulsó sin aH2Orrar fuerza sin pensarlo dos veces. Al comienzo no bajaba tan rápido, pero aumentaba constantemente su velocidad y mientras llegaba sentía que volaba como una H2Oja. Su cuerpo se estaba evaporando y la ventana llegó a su fin. Cuando se desintegró estaba completamente feliz y dicH2Osa.

No fue la primera en llegar, pero comprobó que fluir con el camino por más estrecH2O que sea, te hace conocer plenamente la felicidad. Nadie sabe H2Oy cómo será el futuro, por eso la vida no se puede dejar para después. Pero sin agua no hay vida y sin vida los sueños se quedan sin H2Ogar.

Cada gota que salves H2Oy, es un sueño que se hace posible. AH2Ora es el momento.

Un H2Ogar sobre el agua

Por: Erika LlamH2Osa Durán

Gabriel y Yaya nacieron y crecieron en “El azulado”, un pequeño pueblo en medio de ocH2O montañas majestuosas. Allí, en donde el sol brilla casi con la intensidad  de una H2Oguera y la lluvia suena tan melodiosa y conmovedora, casi como una obra de CH2Opin.

Cuando aún eran niños, en un día soleado y con mucha brisa, coincidieron. En medio de risas y desde ese momento, descubrieron mirando el H2Orizonte que, juntos podrían construir una historia. Pasaron los años y su amistad cada día era más fuerte y divertida. Siempre estaba repleta de hazañas por vivir y por contar. Después de la escuela, solían compartir un helado o un cH2Olado en la plaza del pueblo, caminaban y descubrían nuevos pasajes, disfrutaban del olor de las flores desH2Ojadas y el sonido de las H2Ojas secas sobre suelo que con sus pasos se quebraran; tan rápido se les pasaba el tiempo que compartían juntos, que hasta los búH2Os los sorprendían al caer la noche, y en ese momento era cuando Yaya y Gabriel sabían que era H2Ora de regresar a casa.

En una de aquellas tardes de aventuras, llegaron a un lugar donde nunca antes habían estado; un pequeño pero al parecer H2Oondo lago en medio de las ocH2O montañas , donde se filtraba el sol y resonaba el viento, entre los helecH2Os y los árboles.

Allí, no se sentía tanto movimiento, pero si una inmensa paz. Era un lugar, en el cual sobrevolaban H2Ordas de pájaros de colores vibrantes y cantos únicos, donde las flores se estremecían H2Olgadas en medio de delicadeza y al ritmo de la brisa. Un lugar con suelo firme, que les hizo soñar por un momento, que allí podría florecer una nueva versión de la vida. De sus vidas.

A ese lindo lugar, Gabriel y Yaya volverían cientos de veces, explorando cada centímetro de sus hectáreas, sintiéndolo y convirtiéndolo rápidamente en su lugar favorito, en un segundo H2Ogar, en quizá un futuro tecH2O, uno dispuesto y destinado para ellos.

Los animales que habitaban aquel espacio, empezaron a familiarizarse con sus constantes visitas, y solían acompañarlos durante sus largas caminatas.  Solo faltaba algo, un nombre para cada uno de ellos, y es así como los dos perros serían: Flaco y PacH2O, una vaca café con blanco sería: H2Olanda, un caballo color bronce sería: CH2Onto y una lorita tricolor sería: CH2Ontadura.

Poco a poco se hicieron grandes. Ya no eran estudiantes, aH2Ora trabajaban como H2Ormiguitas, aprendieron a vivir de la tierra sin aH2Orrar esfuerzos, como tradicionalmente lo hacían sus familias, sembraban para cosechar y recoger.

Vendían sus productos a los supermercados de “El azulado” y destinaban los fines de semana para visitar su lugar encantado.

Con el paso del tiempo, descubrieron que su gran amistad, era también la confirmación de un gran amor, el verdadero y el único, ese que dos niños soñadores construyeron a través del tiempo y aventuras. Y es así como, deciden conformar una familia, construir H2Ombro a H2Ombro su historia y su hogar desde los cimientos. Y como amaban ese mágico espacio que habían descubierto juntos, planearon como darle inicio a una vida sostenible allí, apoyándose en el conocimiento sobre la tierra y la naturaleza que tenían dadas sus tradiciones.

Empezaron por construir una lancha que los conectaría directamente con “El Azulado”, en ella atravesarían el pequeño y H2Ondo lago para llegar a tierra firme. Reunieron materiales, como madera tierra y corcH2O para cimentar su casa, una casita que estaría rodeada de agua y de todas las cualidades de ese hermoso lugar. Dispondrían de una gran huerta para alimentarse de las deliciosas H2Ortalizas que allí crecerían y también aprovecharían para venderlas . Sembrarían lechugas, zanaH2Orias, remolachas, alcacH2Ofas y mucH2Os más alimentos sanos y orgánicos.

Después de construida su casa, instalaron en su interior un H2Orno de leña para H2Ornear exquisitos HH2Ojaldres y bizcH2Ochos rellenos de fruta, construyeron un cH2Orro de agua natural sobre una roca que yacía al interior de su H2Ogar, fabricaron una pequeña chimenea en la cual prepararían la H2Oguera para hacer a diario un cH2Ocolate. Colgaron una hamaca para contemplar el H2Orizonte y los atardeceres. En conclusión, ¡eran inmensamente felices!

Pronto, Yaya estaría esperando su primer bebé, un niño al que llamarían: Joaquín. Este pequeño niño llegó para reafirmar la unión y nutrir el amor. Para habitar ese lugar, engrandeciendo aún más la magia en él.  Joaquín aprendería y disfrutaría cada experiencia vivida en ese lindo tecH2O sobre el agua y se convertiría en el mejor maestro de María Paz, su hermana que llegaría ocH2O años después.

Gabriel, Yaya, Joaquín, María Paz, sus productos agrícolas y sus animales hacían que aquel lugar ya fuese reconocido por todos los habitantes de “El Azulado”. Incluso por turistas, que curiosos y admirados escuchaban la linda historia de aquella gran familia que nació y floreció allí. En ese único lugar en el mundo, en un H2Ogar sobre el agua.

 

 

 

De ideas y evolución. Chocó, innovación frugal y holística.

Canoa convertida en huerto de plantas aromáticas. Alto Atrato-ChocóFotografía Pangea Lab®

¿Qué pasa cuando rompemos la corteza, nos encontramos frente a la luz y la evidencia, y comprendemos que nuestras limitaciones y necesidades no son el núcleo del universo? Qué sucede cuando soltamos el ego y decidimos re-direccionar la función de nuestros talentos y que estos empiecen no solo a trabajar por nosotros sino en beneficio de los demás? ¿Qué pasa cuando depositamos la fe en las ideas como canal de solución, como canal de aporte?

El resultado será más que conmovedor, será trascendental.

El Chocó, es uno de los lugares de Colombia más golpeado por distintos conflictos sociales y con profundas carencias de recursos vitales. A pesar de ello, en sus territorios se albergan innumerables virtudes. Substancialmente, esas virtudes parten de la grandeza en sus valores humanos, de su resiliencia y de actividades que podrían definirse como “talentos únicos”.

Talentos que nacen a partir de concebir a su materia prima como una verdadera potencia, de conceptos que no provienen de una inspiración externa sino de un viaje hacia el interior, hacia la verdad sobre lo que los compone y los representa como comunidad.

Cuando factores como estos se agrupan , se logra trazar una ruta hacia la construcción de una sociedad funcional y en algún momento autosuficiente.

 

Pangea Lab, tiene la convicción que, a través de las ideas y de su desarrollo fundamentado en metodologías especificas de co- creación, favorece los procesos de evolución del individuo que participa en sus programas creativos, y así, simultáneamente contribuye a un país más justo, más fértil, más ecuánime.

Es por esto que, junto a WWF, la organización ambiental más reconocida en el mundo, Pangea Lab le da vida al proyecto: Chocó, innovación frugal y holística.

Este lugar, nos conquistó. Encontramos mucho más que personas o situaciones, encontramos verdaderas almas. De esas nobles, honestas mediante la palabra y la acción.

El Chocó, al ser un territorio olvidado por las grandes dinámicas económicas e industriales, necesitaría nuestro soporte, nuestro apoyo, la ayuda para la realización de una bitácora, y una planeación dirigida hacia la creación y ejecución de sus ideas.

Con el fin de que esas idoneidades pudiesen florecer, esta vez no pondríamos sobre la mesa las limitaciones, solo nos concentraríamos en soluciones. El reto fue construir diecisiete marcas, a través del “BrandGym” un modelo innovador creado por Pangea Lab, que materializa las ideas de negocio y diseña una comunicación asertiva para ellas. Estas marcas portarían un ADN de respeto por el planeta, y de cuidado por el mismo. Un ADN que le apuesta a la biodiversidad, a la sostenibilidad. Serán marcas de productos orgánicos que no favorecerán al abuso al que hemos sometido a la tierra, marcas que generarán un impacto positivo de manera transversal en sus procesos.

Al finalizar el proceso, estas ideas consolidadas serían presentadas a posibles inversores.

Durante el Festival Detonante en Quibdo se lanzan las marcas al mercado, llamando la atención de los inversores y logrando el capital semilla para seguir creciendo.Fotografía Pangea Lab®

 

“Productos que tienen alma, que saben a magia, aromas que traducen plenitud, y aún, tanto que ver, que probar, que sentir, tanto que escuchar, tanto que dar, tanto que recibir, tanto que crear”.

 

Esta experiencia nos ha reafirmado qué estamos diseñados para sobreponernos, para brillar sobre superficies oscuras, para volvernos más arrolladores que las dificultades, para vencer mediante el pensamiento y la creación las inevitables barreras que nos impone el entorno.

Como cierre y conclusión, comprendimos que: conectar nuestro altruismo con los sueños de otros, despojarnos del hermetismo al que hemos sometido a nuestro conocimiento, guiar, acompañar y permitir ser iluminado mediante la experiencia de compartir, eso es revolución, es la verdadera evolución.

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Por: Erika Llamosa Durán para Pangea Lab.

EL CONTRATO DE ULISES, EL SECRETO EMPRESARIAL PARA ALCANZAR OBJETIVOS.

Cientos de años atrás en la Antigua Grecia Homero nos contaba la leyenda de Ulises, que, antes de atravesar el estrecho de Escila y llegar a la isla de las Sirenas, ordenó a sus hombres atarlo al mástil y que se protegieran los oídos con tapones de cera.

Artículo Por:Carlos Palacio

Ulises nunca había escuchado el canto de las sirenas y tampoco sabía que era lo que iba pasar al escucharlas, pero algo si sabía, que si su tripulación se exponía al irresistible e hipnótico canto de esos seres de forma directa los llevaría a todos a la muerte.

Dicho momento atacaba una de las debilidades más grandes del ser humano y principalmente de su cerebro: La Recompensa Inmediata .

El protagonista de esta leyenda anticipó la pérdida de control en sus decisiones para asegurarse que no caería en la trampa de la recompensa inmediata. Que premia el momento y el presente frente a los beneficios futuros o consecuencias venideras.

Piensa en cuantas veces has dicho “ tengo que ponerme en forma” pero crees que comerte esa hamburguesa y no ir a entrenar hoy no es tan malo, porque sigues teniendo muchos meses por delante. Este es el dilema de Ulises.

El test del Marshmallow realizado por el profesor Walter Mischel de la Universidad de Stanford fue un experimento que cambió la visión que se tenía de los factores que predecían que una persona alcanzara el éxito, tanto académico como emocional y social.

Dicho experimento consistía en tomar un grupo de niños de 4 años y entregar un marsmallow ( malvavisco) a cada uno, y se les hizo la siguiente propuesta: si eran capaces de esperar 20 minutos sin comerse la golosina, se les proporcionaría otra. La estadística dice que dos de cada tres niños no aguantaban las ganas y se comían el malvavisco, sólo un tercio esperaron la doble gratificación. Lo interesante es que años después los niños que esperaron el segundo marshmallow tenían mejores calificaciones y trabajos.

Dicho esto se creo el “Principio del éxito”, el cual es aplicable no solo en la vida de las personas sino en la de las empresas; que los que puedan aplazar la gratificación y tener la disciplina de trabajar por una recompensa más grande son propensos al triunfo y a conseguir sus metas.

Cuando decidimos cambiar un posicionamiento, una cultura, un comportamiento e incluso una simple identidad según como lo demande el mercado en su momento. -Lo que estamos haciendo es crear un pequeño viaje de Ulises a la isla de las sirenas-.

El mayor problema que han tenido las marcas en la historia es que siempre quieren ser parte del entorno de las personas, es decir, pertenecer “a su grupo” y tener esa gratificación inmediata que tanto desea el cerebro. Al final las marcas solo parecen alguien que quiere conseguir algo y no alguien que tiene lo que muchos desean.

Lo que las empresas necesitan es construir y aplicar lo que se conoce como EL CONTRATO DE ULISES y generar no solo para ellos sino para sus empleados y consumidores una recompensa a largo plazo mas gratificante y experiencial que solo cumplir el capricho un simple momento.

Para prevenir la pereza de última hora al ir al gimnasio, haz un plan con un amigo de verte en la puerta. El sentimiento de fallar a un amigo es más grande y poderoso que la recompensa de no ir.

Elaborar un Plan de KPIs que nos ayuden a entender cómo estamos evolucionando, y ligar esos resultados en variables económicos para el equipo, y que al llegar a cumplirlos es una recompensa emocional más grande que cualquier cosa.
Construir un Plan de Engagement que vincule emocionalmente a las personas con el éxito del cambio, sabiendo que si fallas le fallas a todos, es como invitar a tu amigo a la puerta del gimnasio.

La estrategia de Ulises al pasar por la isla de las sirenas es una forma más poderosa de prever lo que tú no quieres que pase y de llegar a lo que siempre se ha soñado

Salvemos la sala de estar

 

Publicidad Digital
Por
Carlos Palacio
Planner Creativo

Se aproximan las fiestas, pero los buenos tiempos se acaban. Lo que importa no son los recuerdos sino lo que es tendencia. Parece que se vive más en una nube y lo único que interesa es lo que publican los amigos e influenciadores , los likes y los comentarios en las redes sociales.

Todos con su tablet y celular queriendo ser tendencia, la familia está separada y la sala de estar tiene su sentencia, porque no eran los viajes ni las salidas a la iglesia lo que unía a las familias. Ahora, aunque estén juntos, miran en soledad y publican lo que ven. Pero déjenme postear esto para que todos comenten. Mientras más conectados están, más solos se sienten y si buscan el cambio y están cansados de estar solos o que los ignoren sigan esta tendencia #salvemoslasaladeestar.

La viruela, peste negra, fiebre española, AH1N1, ébola, etc., han sido las diferentes pestes y enfermedades que han a amenazado la existencia del Homo sapiens desde su existencia en la tierra.

Pero hoy en el siglo XXI nuestra especie se está enfrentando a una pandemia más grande y poderosa que cualquiera que hayamos sufrido en el pasado. Una epidemia con las mismas consecuencias que la adicción a las drogas. Es el miedo irracional a no tener el celular a la mano y la dependencia a una conexión constante, lo que conocemos como nomofobia.

La adicción al Smart Phone, para muchos psicólogos , es la enfermedad del siglo XXI. Tanto que, según los expertos de la City University de Hong Kong y la Universidad Sungkyunkwan de Seúl, el miedo irracional a estar sin el celular se puede diagnosticar ya, como un trastorno para una gran parte de la población, sin que los afectados sean conscientes de ello.

Según un estudio hecho por Apple, todos sus usuarios de iPhone desbloquean el celular en un promedio de 80 veces al día, lo que supone unas cinco horas dedicadas únicamente al uso del celular.

Estamos viviendo un momento tecnológico que nos ha facilitado la vida en muchas formas, pero nos ha hecho olvidar lo que verdaderamente importa. Estamos a tiempo para que nosotros hagamos el antídoto para esta enfermedad y podamos volver a darle valor a las emociones, recuerdos y los pequeños momentos que hacen única nuestra vida.

No se trata de alejarnos de la tecnología, se trata de darle importancia a lo todo lo que nos rodea y a las personas que se preocupan por uno. Hagámoslo antes de que sea demasiado tarde. #salvemoslasaladeestar