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Etiqueta: creatividad

La educación es el único camino para salvar el planeta.

Por: Erika Llamosa

Para acercarse al verdadero equilibrio, debemos hablar de lo negativo. De lo contradictorio que se anida en las estructuras de nuestras sociedades y en nuestra singularidad. Es imperativo reconocer dichos factores negativos como parte natural y casi fundamental de nuestro entorno y de la existencia en si misma. La habilidad está, en no abordar desde la critica o la inconformidad dichos factores, sino desde la reflexión.

La reflexión es un pensamiento analítico que nos conduce hacia una acción, por lo general nos enruta hacia el cambio, hacia la resolución, hacia la consciencia, por tanto, reflexionar es uno de los ejercicios más poderosos, más útiles y productivos, más humanos y probablemente el de más aporte.

Estamos en un punto, en donde evadir conversaciones o discursos esenciales nos priva de la evolución, nos deja de generación en generación inmóviles y vertidos en cánones, métodos y tradiciones obsoletas e iletradas.

Entonces, partiendo desde la reflexión hablemos de “educación”.

Podemos dividir en dos el abordaje, uno, desde el ámbito de la educación que surge de forma autodidacta desde la inquietud y la consciencia y dos, de aquella educación que se recibe y se recoge desde la institución.

Las nuevas generaciones, de alguna manera se han sacudido de los prejuicios con los que crecieron otras, se ha apartado de métodos primitivos, entiendo que muchos de ellos no están diseñados para la conservación sino dirigidos hacia la extinción. Las nuevas generaciones han evolucionado, entendiendo que la educación no es solo sumar y restar dentro de un aula, no es solo una cuestión de modales; básicamente, la educación es el único camino para salvar el planeta y por consiguiente salvarnos como especie.

Conforme a esta conclusión, Pangea Lab se vinculó a la iniciativa creada por la WWF: “Generación 10”. Un proyecto que invita a la población joven de Latinoamérica a unirse para encontrar soluciones que conduzcan a la preservación de la vida y del planeta que habitamos. Por suerte, hoy encontramos qué, un gran porcentaje de la juventud, está interesada en aprender sobre consciencia y protección ambiental, en formar parte activa de comunidades en las que se co-crean planteamientos y acciones fundamentales para la resolución de crisis de diversos orígenes.

Y es maravilloso descubrir como estas nuevas generaciones se movilizan buscando impactar positivamente a través de la educación que deja la investigación, la comprensión, la acción y el testimonio. Este es el tipo de educación, que surge con mayor incidencia desde una manifestación autómata, desde la inquietud, desde la consciencia individual que despierta tras la observación de un hecho colectivo, de una crisis global. La institución en general, aún no ofrece programas fijos de sostenibilidad, quizá ofrece algunos temporales o lúdicos.

Los jóvenes se hacen escuchar, y tienen claro que no que no se haga y se ejecute dentro de los próximos 10 años con en fin de asegurar la conservación de nuestro planeta, con el fin de detener la perdida de la biodiversidad y el deterioro de la naturaleza, nos conducirá a una inevitable extinción.

La toma de decisiones, el consumo de información responsable, la gestión de proyectos puntuales de re-educación sobre hábitos de consumo insostenibles, harán sin duda alguna, la diferencia. Es la única forma de anticiparnos y tomar acciones frente al cambio climático y los factores que contribuyen a definirlo como la amenaza más peligrosa y real que afronta el planeta.

Ahora, hablemos de institución. Sabemos que el fin de esos organismos es la formación complementaria del individuo; complementaria por que en principio la formación proviene del hogar. Allí, en esos espacios académicos, en teoría, se espesan los valores, se pulen e identifican las habilidades y se dispone al individuo para la competencia.

Cada uno de nosotros, puede relatar con exactitud las asignaturas que recibió o recibe, ya que históricamente y generalmente, los cambios o adiciones son pocas.

Los focos, los objetivos siguen siendo los mismos, a pesar de la transformación inminente del mundo, del planeta, de las necesidades y las dinámicas.

Sabemos que lo que se enseña en aulas es elemental y una excelente base, pero, ¿qué de todo ello, nos sirve sustancialmente para el futuro? ¿para las emergencias y dificultades a las que de forma inevitable estaremos expuestos? ¿Cuáles de esas lecciones nos convierten en mejores seres humanos? ¿Qué de todo ello nos concientiza frente a la vida y la vulnerabilidad de la misma? ¿Qué de todo aquello nos invita a empatizarnos con los demás y con la sociedad de forma profunda?

Nos entrenan como individuos que deben alcanzar un éxito monetario a futuro, concebimos la educación como una herramienta para “salir adelante” desde el punto de vista económico. Es decir, desde muy temprana edad empezamos a definir el éxito a través de la adquisición. Nos conducen hacia una base mecánica académica, más no intelectual, mucho menos sensible. Nos diseñan, a pesar de coexistir en comunidad, a un tipo de desarrollo individual.

Pareciese, va por cuenta de nosotros y por una decisión muy íntima convertirnos en seres compasivos, en seres al servicio de los demás. Se hace poco énfasis en la exploración de recursos, que conducen al individuo a una formación verdaderamente integral.

Por tanto, la búsqueda sería según esta reflexión, ¿cómo complementar esas bases y convertir lo fundamental en trascendental?

¿Cómo integramos en los programas académicos una asignatura destinada para aprender sobre primeros auxilios y herramientas de supervivencia?

¿Cómo incluir alguna materia que nos invite y nos estructure hacia el emprendimiento partiendo de nuestros talentos?

¿Cómo enrutar al estudiante hacia la innovación? Innovación que se pudiese abordarse y comprenderse desde múltiples aspectos, como por ejemplo, desde: la tecnología, la sostenibilidad, desde el arte, las ciencias, la comunicación, etc.

¿Cómo podemos educar la capacidad creativa, afinar el desempeño artístico, ampliar la inquietud sobre el planteamiento de nuevas ideas, cómo aprovechar al máximo esa destreza y disposición al aprendizaje tan implícita en edades tempranas?

¿Cómo podemos generar una verdadera confianza en el individuo para lanzarse a la invención, a la elaboración de sueños tangibles? Hacia la materialización, hacia el reto?

¿Cómo podemos, también, sensibilizar consciente y coherentemente sobre la vulnerabilidad humana?

¿Cómo podemos dejar de fortalecer y de entrenar al individuo para elaborar esos discursos egocéntricos de si mismo, tan propios de una sociedad malsana a nivel competitivo?

¿Cómo podemos desestructurar el individualismo?

¿Como podemos enseñar, más allá del típico trabajo social, a: si somos beneficiados por el privilegio, activarnos con consciencia y bondad hacia los que no corrieron con la misma suerte?

¿Cómo podemos modificar la connotación de la acción:“competencia” por una mecánica más sana y humilde de exposición y desarrollo de talentos?

Y, no podemos dejar el bullying ausente en esta reflexión. El matoneo o el abuso sistemático es una conducta que puede tener origen desde dos vértices o escenarios. Uno de ellos, puede ser el niño que proviene de un hogar tóxico/violento que, anida tristeza, ira e impotencia, aprende y descarga sobre sus compañeros todos estos sentimientos no resueltos provenientes de diversas situaciones experimentadas en casa. O, puede ser el niño que han sublimado en su hogar, no se le han puesto limites, se le han subestimado, ignorado o premiado todo tipo de conductas, y dada esta condescendencia se siente con la licencia de intimidar a sus compañeros sin temer a ninguna consecuencia.

¿Cómo podemos entender, profundizar e identificar esta problemática con más acierto, perspicacia y responsabilidad?

Probablemente como padres o como individuos que fuimos parte del sistema y hoy testigos, nos asaltan muchas inquietudes sobre la estructura de la educación en si misma, nos preguntamos el por qué no se ha evolucionado mucho en términos de método, y aún estamos rebotando contra las 4 esquinas de antiguas estructuras de aprendizaje.

Hoy en día, sabemos que necesitamos complementar esos regímenes, necesitamos más antropología, más lecciones de sostenibilidad, más innovación, más ángulos de desarrollo individual y colectivo, más criterios de evaluación, más ramas para destacarse, necesitamos desarrollar más empatía y respeto por la diversidad y por el planeta, restarle atención a los protocolos y concentrarnos en la verdadera formación. Englobar y contener en la enseñanza, conceptos como: intelectualidad. No limitarnos a solo agudizar la inteligencia. Ampliar en la enseñanza los conceptos: bondad, compasión, humildad y agradecimiento. Y sobre todo, profundizar en el concepto y en el don que tenemos como seres humanos: La consciencia. De ella se derivan todos los efectos y acciones positivas que pueda desarrollar y aportar el ser humano.

La 1er. plataforma digital en latinoamérica que conecta a los jóvenes y les ofrece recursos para participar en el mejoramiento de su entorno natural.

La gH2Ota que rebosó la copa

Por DiegH2O Castellanos

Un grupo de gotas de agua conversaba mientras bajaban por una ventana durante un aguacero. Una de ellas preguntó a las demás:

Si H2Oy fuera el último día de su vida ¿qué les gustaría hacer?

Todas empezaron a contestar emocionadas, cada una tenía cosas pendientes en el mundo.

“A mí me hace falta visitar El CH2Ocó”

“A mí me falta comerme un SancocH2Oo en la playa”

“Yo quiero conocer una H2Ormiga que juegue H2Ockey”

“A mí me falta probar cH2Ontaduro en el Valle”

“Yo quiero comer cH2Olao en la Feria de Cali”

“A mí me falta preparar ensaladas con corazones de alcacH2Ofa”

“A mí me falta H2Ornear bizcocH2Os de zanaH2Oria”

“Yo quiero disfrazarme de CH2Oclo”

“Y yo de helecH2O

“A mí me falta ser amiga de un H2Olograma”

“A mí me falta comer cH2Orizo en CH2Ocontá”

“Yo quiero luchar contra los Pitufos por un H2Ongo”

“A mí nunca me han leído el H2Oróscopo”

“Yo quiero lanzar un corcH2O de champaña al tecH2O

“Yo quiero volver al H2Ome office”

“A mí me falta conocer tulipanes en H2Olanda”

H2Oonestamente a mí me alborotan los pincH2Os”

“Yo quiero dormir en un H2Otel que tenga colcH2Ones de agua”

“A mí me falta conocer el H2Orizonte”

Entonces la gota que hizo la pregunta inicial dijo:

“A mí me falta lograr que los humanos le enseñen a sus niños a cuidar el agua, para que tengamos tiempo de conocer todo lo que nos falta, porque los sueños del agua son los sueños de todos” y con su mano hizo un dos que también es la señal de victoria.

El borde de la ventana se acercaba a pasos agigantados. Ante el final inminente la tensión subió tanto que sudaron la gota gorda, pero aH2Ora la gota ya estaba lista. Respiró H2Ondo, miró hacia la brillante superficie transparente bajo una H2Orda de gotas de lluvia y se impulsó sin aH2Orrar fuerza sin pensarlo dos veces. Al comienzo no bajaba tan rápido, pero aumentaba constantemente su velocidad y mientras llegaba sentía que volaba como una H2Oja. Su cuerpo se estaba evaporando y la ventana llegó a su fin. Cuando se desintegró estaba completamente feliz y dicH2Osa.

No fue la primera en llegar, pero comprobó que fluir con el camino por más estrecH2O que sea, te hace conocer plenamente la felicidad. Nadie sabe H2Oy cómo será el futuro, por eso la vida no se puede dejar para después. Pero sin agua no hay vida y sin vida los sueños se quedan sin H2Ogar.

Cada gota que salves H2Oy, es un sueño que se hace posible. AH2Ora es el momento.

Un H2Ogar sobre el agua

Por: Erika LlamH2Osa Durán

Gabriel y Yaya nacieron y crecieron en “El azulado”, un pequeño pueblo en medio de ocH2O montañas majestuosas. Allí, en donde el sol brilla casi con la intensidad  de una H2Oguera y la lluvia suena tan melodiosa y conmovedora, casi como una obra de CH2Opin.

Cuando aún eran niños, en un día soleado y con mucha brisa, coincidieron. En medio de risas y desde ese momento, descubrieron mirando el H2Orizonte que, juntos podrían construir una historia. Pasaron los años y su amistad cada día era más fuerte y divertida. Siempre estaba repleta de hazañas por vivir y por contar. Después de la escuela, solían compartir un helado o un cH2Olado en la plaza del pueblo, caminaban y descubrían nuevos pasajes, disfrutaban del olor de las flores desH2Ojadas y el sonido de las H2Ojas secas sobre suelo que con sus pasos se quebraran; tan rápido se les pasaba el tiempo que compartían juntos, que hasta los búH2Os los sorprendían al caer la noche, y en ese momento era cuando Yaya y Gabriel sabían que era H2Ora de regresar a casa.

En una de aquellas tardes de aventuras, llegaron a un lugar donde nunca antes habían estado; un pequeño pero al parecer H2Oondo lago en medio de las ocH2O montañas , donde se filtraba el sol y resonaba el viento, entre los helecH2Os y los árboles.

Allí, no se sentía tanto movimiento, pero si una inmensa paz. Era un lugar, en el cual sobrevolaban H2Ordas de pájaros de colores vibrantes y cantos únicos, donde las flores se estremecían H2Olgadas en medio de delicadeza y al ritmo de la brisa. Un lugar con suelo firme, que les hizo soñar por un momento, que allí podría florecer una nueva versión de la vida. De sus vidas.

A ese lindo lugar, Gabriel y Yaya volverían cientos de veces, explorando cada centímetro de sus hectáreas, sintiéndolo y convirtiéndolo rápidamente en su lugar favorito, en un segundo H2Ogar, en quizá un futuro tecH2O, uno dispuesto y destinado para ellos.

Los animales que habitaban aquel espacio, empezaron a familiarizarse con sus constantes visitas, y solían acompañarlos durante sus largas caminatas.  Solo faltaba algo, un nombre para cada uno de ellos, y es así como los dos perros serían: Flaco y PacH2O, una vaca café con blanco sería: H2Olanda, un caballo color bronce sería: CH2Onto y una lorita tricolor sería: CH2Ontadura.

Poco a poco se hicieron grandes. Ya no eran estudiantes, aH2Ora trabajaban como H2Ormiguitas, aprendieron a vivir de la tierra sin aH2Orrar esfuerzos, como tradicionalmente lo hacían sus familias, sembraban para cosechar y recoger.

Vendían sus productos a los supermercados de “El azulado” y destinaban los fines de semana para visitar su lugar encantado.

Con el paso del tiempo, descubrieron que su gran amistad, era también la confirmación de un gran amor, el verdadero y el único, ese que dos niños soñadores construyeron a través del tiempo y aventuras. Y es así como, deciden conformar una familia, construir H2Ombro a H2Ombro su historia y su hogar desde los cimientos. Y como amaban ese mágico espacio que habían descubierto juntos, planearon como darle inicio a una vida sostenible allí, apoyándose en el conocimiento sobre la tierra y la naturaleza que tenían dadas sus tradiciones.

Empezaron por construir una lancha que los conectaría directamente con “El Azulado”, en ella atravesarían el pequeño y H2Ondo lago para llegar a tierra firme. Reunieron materiales, como madera tierra y corcH2O para cimentar su casa, una casita que estaría rodeada de agua y de todas las cualidades de ese hermoso lugar. Dispondrían de una gran huerta para alimentarse de las deliciosas H2Ortalizas que allí crecerían y también aprovecharían para venderlas . Sembrarían lechugas, zanaH2Orias, remolachas, alcacH2Ofas y mucH2Os más alimentos sanos y orgánicos.

Después de construida su casa, instalaron en su interior un H2Orno de leña para H2Ornear exquisitos HH2Ojaldres y bizcH2Ochos rellenos de fruta, construyeron un cH2Orro de agua natural sobre una roca que yacía al interior de su H2Ogar, fabricaron una pequeña chimenea en la cual prepararían la H2Oguera para hacer a diario un cH2Ocolate. Colgaron una hamaca para contemplar el H2Orizonte y los atardeceres. En conclusión, ¡eran inmensamente felices!

Pronto, Yaya estaría esperando su primer bebé, un niño al que llamarían: Joaquín. Este pequeño niño llegó para reafirmar la unión y nutrir el amor. Para habitar ese lugar, engrandeciendo aún más la magia en él.  Joaquín aprendería y disfrutaría cada experiencia vivida en ese lindo tecH2O sobre el agua y se convertiría en el mejor maestro de María Paz, su hermana que llegaría ocH2O años después.

Gabriel, Yaya, Joaquín, María Paz, sus productos agrícolas y sus animales hacían que aquel lugar ya fuese reconocido por todos los habitantes de “El Azulado”. Incluso por turistas, que curiosos y admirados escuchaban la linda historia de aquella gran familia que nació y floreció allí. En ese único lugar en el mundo, en un H2Ogar sobre el agua.

 

 

 

De ideas y evolución. Chocó, innovación frugal y holística.

Canoa convertida en huerto de plantas aromáticas. Alto Atrato-ChocóFotografía Pangea Lab®

¿Qué pasa cuando rompemos la corteza, nos encontramos frente a la luz y la evidencia, y comprendemos que nuestras limitaciones y necesidades no son el núcleo del universo? Qué sucede cuando soltamos el ego y decidimos re-direccionar la función de nuestros talentos y que estos empiecen no solo a trabajar por nosotros sino en beneficio de los demás? ¿Qué pasa cuando depositamos la fe en las ideas como canal de solución, como canal de aporte?

El resultado será más que conmovedor, será trascendental.

El Chocó, es uno de los lugares de Colombia más golpeado por distintos conflictos sociales y con profundas carencias de recursos vitales. A pesar de ello, en sus territorios se albergan innumerables virtudes. Substancialmente, esas virtudes parten de la grandeza en sus valores humanos, de su resiliencia y de actividades que podrían definirse como “talentos únicos”.

Talentos que nacen a partir de concebir a su materia prima como una verdadera potencia, de conceptos que no provienen de una inspiración externa sino de un viaje hacia el interior, hacia la verdad sobre lo que los compone y los representa como comunidad.

Cuando factores como estos se agrupan , se logra trazar una ruta hacia la construcción de una sociedad funcional y en algún momento autosuficiente.

 

Pangea Lab, tiene la convicción que, a través de las ideas y de su desarrollo fundamentado en metodologías especificas de co- creación, favorece los procesos de evolución del individuo que participa en sus programas creativos, y así, simultáneamente contribuye a un país más justo, más fértil, más ecuánime.

Es por esto que, junto a WWF, la organización ambiental más reconocida en el mundo, Pangea Lab le da vida al proyecto: Chocó, innovación frugal y holística.

Este lugar, nos conquistó. Encontramos mucho más que personas o situaciones, encontramos verdaderas almas. De esas nobles, honestas mediante la palabra y la acción.

El Chocó, al ser un territorio olvidado por las grandes dinámicas económicas e industriales, necesitaría nuestro soporte, nuestro apoyo, la ayuda para la realización de una bitácora, y una planeación dirigida hacia la creación y ejecución de sus ideas.

Con el fin de que esas idoneidades pudiesen florecer, esta vez no pondríamos sobre la mesa las limitaciones, solo nos concentraríamos en soluciones. El reto fue construir diecisiete marcas, a través del “BrandGym” un modelo innovador creado por Pangea Lab, que materializa las ideas de negocio y diseña una comunicación asertiva para ellas. Estas marcas portarían un ADN de respeto por el planeta, y de cuidado por el mismo. Un ADN que le apuesta a la biodiversidad, a la sostenibilidad. Serán marcas de productos orgánicos que no favorecerán al abuso al que hemos sometido a la tierra, marcas que generarán un impacto positivo de manera transversal en sus procesos.

Al finalizar el proceso, estas ideas consolidadas serían presentadas a posibles inversores.

Durante el Festival Detonante en Quibdo se lanzan las marcas al mercado, llamando la atención de los inversores y logrando el capital semilla para seguir creciendo.Fotografía Pangea Lab®

 

“Productos que tienen alma, que saben a magia, aromas que traducen plenitud, y aún, tanto que ver, que probar, que sentir, tanto que escuchar, tanto que dar, tanto que recibir, tanto que crear”.

 

Esta experiencia nos ha reafirmado qué estamos diseñados para sobreponernos, para brillar sobre superficies oscuras, para volvernos más arrolladores que las dificultades, para vencer mediante el pensamiento y la creación las inevitables barreras que nos impone el entorno.

Como cierre y conclusión, comprendimos que: conectar nuestro altruismo con los sueños de otros, despojarnos del hermetismo al que hemos sometido a nuestro conocimiento, guiar, acompañar y permitir ser iluminado mediante la experiencia de compartir, eso es revolución, es la verdadera evolución.

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Por: Erika Llamosa Durán para Pangea Lab.

¿ Y si tu vida fuera un libro, lo leerías?

Por: Juan David Ariza – Emprendedor

Según unos datos revelados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se mostró que las enfermedades mentales como la ansiedad y la depresión han aumentado fuertemente en los últimos años, en un 15% y 18% respectivamente. Las personas cada vez más se ven afectadas por las circunstancias, las situaciones del día a día y se les va pasando la vida, dejando de ser un privilegio a ser una carga. La pregunta no es ¿Por qué estamos así? la pregunta es ¿Cómo haremos para cambiar eso?.

¿Qué hace falta para salir de un mal momento?, ¿Nuestra vida pierde significado con una mala experiencia? ¿Por qué vivir para estar frustrado, no debería ser al contrario?

Para muchos cada día es un milagro, una experiencia nueva por vivir a través de un mundo lleno de misterios e incertidumbres. Para otros cada día es un deber,  vive el día y no es consciente de todo lo que tiene, o más bien, no ve lo que es relevante, algo que es invisible en un mundo rutinario. Está claro, que la vida es una serie de acontecimientos pero somos nosotros los que les damos el poder a ellos. Cualquier situación es neutra, es nuestra representación acerca de ella, la que nos la hará ver positiva o negativa. Sin embargo, en muchas ocasiones le damos mucha importancia a los negativos. El influyente orador, Anthony Robbins, expuso : “ La clave de la vida es ser capaz de sentirse bien cuando uno no se siente bien o incluso cuando uno no quiere  sentirse bien”. Tenemos que ir más allá de lo malo, más allá de lo obvio, tenemos que redefinir las circunstancias para que pasemos a ser creadores y creativos de nuestra vida. El novelista americano Bruce Barton dijo una vez: “Jamás se ha conseguido nada espléndido que no sea por personas que se atrevieron a creerse superiores a las circunstancias”. Al igual, el principio 90/10 pone en evidencia que todo es cuestión de actitud y cada situación varía según la perspectiva escogida. Las circunstancias no son más que un amplificador de quiénes somos.

¿Porqué no atreverse a hacer de una experiencia incomoda y negativa, el mejor impulso para alcanzar esos sueños que alguna vez creímos utópicos? ¿Por qué no creer en nuestro poder interior y vivir al máximo cada día?

Una invitación para no dejarse derrumbar por una dura situación o por un momento difícil. Cada persona vive en su mundo, cada persona siempre tiene problemas,  se queja de algo y siempre está insatisfecha. Hasta que no seamos conscientes de dónde enfocamos nuestra energía, no podremos cambiar nuestra vida. Broonie Ware, una experta en cuidados paliativos, escribió en su libro: “ El principal arrepentimiento de mucha gente es ‘ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera”. ¿ Y si tu vida fuera un libro, lo leerías? Atrévete a vivir la vida que algún día soñaste. Atrévete a ver más allá de lo imposible y haz de cada momento, el momento ideal. Al fin y al cabo, nuestros minutos están contados y no vinimos a este mundo para rellenarlo.

¡Tengo una idea!

Por Germán Espitia Aponte

Recuerdo en el colegio, en la universidad y en el trabajo, una situación especial. El miedo a levantar la mano. Por ejemplo, un profesor hacia una pregunta y a pesar de estar seguro de la respuesta había algo que impedía que lo hiciera, mi cerebro decía:  “Dilo, ¡es correcto! levántala, dilo y recibe la felicitación…y que tal sino está bien, será que si, será que no…”. Era un  momento incómodo y se volvía mucho más incómodo cuando se oía la voz del profesor que decía: “por fin un valiente”.  Todo el mundo giraba a ver el personaje con el brazo levantado y éste respondía lo que yo iba a decir”.

Venía entonces, la pregunta interna: ¿Por qué carajos, lo pensé tanto y no levanté la mano?

Pudo ser un pasaje de inseguridad o un momento donde apareció la Glosofobia, el miedo de hablar en público. La palabra glosofobia proviene del griego glossa, es decir, la lengua, y fobos, miedo o temor. Investigadores de la Universidad de Wurzburgo, en Alemania, comprobaron que cuando las personas deben hablar en público, se activa un mecanismo psicológico para defendernos de un posible ataque o una humillación.

En publicidad y más en el área Creativa, el tener que exponer nuestras ideas es el pan de cada día. Pero el reto es que las respuestas no son exactas como en el colegio, “¿Quién me dice a cuánto equivale el número PI?”- “3,1416789890 profesor”. Aquí la pregunta es ¿Quién me cuenta una idea?Una idea que un cliente está dispuesto a pagar, producir y pautar.

Tuve la fortuna de trabajar en una gran escuela creada por Don Leo Burnett y en su época Dorada existía un Comité de Revisión Creativa CRC, definido en una sola palabra como “terrorífico” .No apto para personas que tuvieran Glosofobia.

Era una larga mesa de madera con Vicepresidentes de todas las áreas, Directores de todas las áreas y presidido por Juan Carlos Ortiz Gerente Creativo de la Agencia. Uno a uno los creativos pasaban a presentar, esperando que sus ideas fueran una de las 3 elegidas.

Llevaba una semana de haber ingresado como Director de Arte para manejar la cuenta más importante de la agencia: El Banco Davivienda y el gran CRC de ideas para el próximo comercial era todo un suceso. Llegó la citación y con ella el ambiente tenso de quienes iban a participar. Aunque yo era invitado, tenía mucha curiosidad de todo lo que esta revisión generaba, así que pregunté a varios sobrevivientes, ¿qué pasaba en un CRC?. Unos me contaron sobre cómo se votaba en una escala, donde 1 era perverso y 7 era excelente, otros me hablaron de casos donde la gente se quedaba sin voz por los nervios, algunos me hicieron  recomendaciones y recuerdo una muy especial, de un director: “no pierdas la oportunidad de quedarte callado”.

Llegó el gran día de marzo, estaba muy cómodo, porque iba a ver los toros desde la barrera. Todo arrancó con un silencio que fue roto con la entrada del Gerente Creativo; un breve saludo y arrancó el calvario. Ideas iban, venían, risas nerviosas y caras largas. Comenzó una discusión acerca de una idea que pasaba en un strep tease, la mujer que bailaba se volteaba y uno de los espectadores descubría que era su hija. Había algo, pero claramente ese no era el tono de Davivienda.

Al final de la discusión, se tomó la decisión de llevar otras dos ideas y terminar el CRC. Juan Carlos preguntó si  alguien quería añadir algo. Y pasó algo bastante extraño, para sorpresa mía y de los demás.  En automático mi brazo se levantó.

Gonzo: “¿este es su primer CRC cierto? qué tiene para decir. “Tengo una idea- respondí”. Una idea que escribí mientras oía la discusión. Tome mi hoja la repase rápidamente, me levanté, y comencé a contarla:

“Estamos en una librería. Vemos a un viejito muy tierno que está viendo una revista. Pero no es cualquier revista, es una revista pornográfica. Él, muy plácido pasa un hoja y de forma muy contemplativa dice: “Mamacita”. Pasa otra hoja y dice, “maamiiittaa”, pasa la siguiente hoja y descubre algo que lo perturba y levantando la voz exclama, “¡miiijita!”.  Cierra la revista bastante apenando se va.

El locutor dice: “En esos momentos su dinero puede estar en el lugar equivocado. Tráigalo al Banco Davivienda”.

Alcance oír un par de risas de fondo y vi varias bocas que levemente se arquearon. Me senté y esperé tranquilamente el veredicto.

Tres días después el cliente aprobaba la idea y un mes más tarde se filmaba en Chile. Por “nuevo”, no conté con la fortuna de ir a la filmación, pero agradezco al equipo que fue. Gracias a ellos la idea se hizo realidad en 30 segundos y se convirtió en uno de los comerciales más queridos y  memorables para los colombianos. Mi brazo se sigue levantando en automático  y celebro cada vez que alguien con quien trabajo, también lo hace y dice: “¡Tengo una idea!”.

El grupo selecto de los triunfadores ¿Está usted ahí?

Por naturaleza, la mente humana se centra más en los pensamientos negativos que en los positivos. Los estímulos negativos producen una mayor actividad neuronal que los positivos. El pensamiento negativo va mucho más allá de ser sólo un pensamiento, es una amenaza que limita a la persona y sus acciones.

Los pensamientos que tenemos en el día a día se rigen bajo ciertos patrones mentales que hemos venido creando desde nuestra infancia. Esas representaciones internas que nos imaginamos y que se fueron transformando a través de los años en creencias. Buda dijo una vez: “Lo que piensas, lo serás; lo que sientas, lo atraerás; lo que imaginas, lo crearás. “El poder de la mente rebasa los límites de la naturaleza humana, sin embargo, la mayoría del tiempo no somos conscientes de nuestro poder y creemos que somos víctimas de las circunstancias. Anthony Robbins, en su libro, poder sin límites explica que el hombre se rige bajo dos condiciones, la obtención de más placer o evitar menos dolor. Lo dicho anteriormente, nos permite entender porque tomamos ciertas decisiones. ¿Siente usted que su vida ha sido tal cual a como se lo ha venido soñando durante estos años? ¿Cree usted que se limita en lo que piensa o que sueña en grande y tiene pensamientos potenciadores? ¿Podría ser mejor? No cabe duda, que podría ser extraordinaria.

En nuestras vidas, encontramos el estado de carencia aquel que nos hace sentir necesitados, como si fuéramos víctimas y viviéramos bajo unos límites preestablecidos. Es un estado que nos impide desarrollar una visión y una convicción acerca de quiénes somos y a donde vamos a llegar.

Por otro lado, el estado de abundancia que se basa en creencias potenciadoras que nos impulsan a desarrollar una convicción profunda. Vivimos como queremos, cada situación que pasa es una oportunidad para mejorar y atraemos a nuestra vida, cualquier cosa que alguna vez creímos inconcebible.

Un poder que habita dentro de cada uno de nosotros y que ha sido el día a día de los triunfadores, exitosos, aquel grupo que algunos consideran selecto, pero que son igual a nosotros. Lo que los diferencia es su esfuerzo permanente y su actitud frente a la vida. Muchas son las personas que saben acerca de la magia de los pensamientos sin embargo son pocos los que lo practican a diario y son conscientes de las situaciones para ver como volverlas deseables. El más grande de todos los tiempos, Muhammad Alí creía profundamente en el poder de las creencias y sabía que la formación para ser un campeón no sólo la encontraría en los gimnasios. El boxeador expuso: “Es la repetición de afirmaciones lo que conduce a creer. Y una vez que la creencia se convierte en una convicción profunda. Las cosas comienzan a suceder.” La realidad es todo aquello como nosotros nos lo representamos, no existe nada absoluto y lo único asegurado es la muerte. ¿Cómo aprovechara el tiempo que le queda por vivir? ¿Qué espera para alcanzar lo inimaginables?

Juan David Ariza

LA PIZARRA BLANCA

 

Mucho se habla de la importancia de los espacios para generar ideas. Google, AOL, Lego, Inventioland Factory y muchos más emporios de emprendimiento e innovación son ejemplos claros. Basados en esto, muchas empresas toman decisiones como cambiar el mobiliario, comprar  elementos que hagan ver “más cool” la empresa, compra de juego$, máquina$, sofá$ vintage, pantalla$ touch, lámpara$ WoW, tv de 100” curvos para que la experiencia de los videojuegos de sus creativos sea mejor, entre otros. Todo, con el fin de generar espacios inspiradores para obtener esas preciadas ideas que van a generar espectaculares ingresos.

Pero hay que aclarar Google, AOL, Lego, Inventioland Factory y muchos más emporios de emprendimiento e innovación no comenzaron así. Su inicio fue en un pequeño espacio comparado con los actuales “cero inspirador”. Desde cuartos,  cafeterías, cocinas o un garaje. Y entonces de ¿dónde vinieron las ideas, la inspiración? sin tecnología, sin pantallas touch, sin smartphones, ¿cómo lo hicieron?

Hace 3 años lideré un experimento en la agencia de publicidad Leo Burnett México.

Un día antes, reunimos a los directores de la agencia y les informamos que íbamos a trabajar sin computadores, ni celulares. La primera expresión fue de incredulidad y se repitió al siguiente día cuando todo el mundo llegó y encontró en sus escritorios lápices de colores, el clásico de grafito No2 y papel.

La cadena de reacciones que generó esto, pasó por el drama, la diversión, la curiosidad y al final, el terror de enfrentarse a la realidad.

Había que trabajar, había que generar ideas y unas fechas de entrega que cumplir. No teníamos a la señorita Siri, a Mr. Google o al Sr. Cara de Libro que nos ayudará, solo hojas blancas, tableros con papel periódico, marcadores y lápices.

 Las conclusiones del experimento fueron contundentes:

– Se desmitificó el miedo a hacer cosas diferentes, a innovar.

– Los tiempos fueron más eficientes.

– Se generaron miles de ideas escritas por el portero, el presidente y obvio por cuentas y creativos.

– Campañas reales para Chrysler, Cerveza Corona y Procter entre otras fueron creadas aquí.

– Y la más importante de todas para mí: se demostró que detrás de las ideas están las personas y no las máquinas.

 Se rompió una barrera muy grande y era la de depender de la tecnología para generarlas.

Las grandes empresas en Silicon Valley, cuna de las mayores corporaciones de tecnología del mundo, hoy después del éxito, siempre mantienen un objeto  que es imprescindible y gracias al cual sus ideas cobraron y siguen con vida. No es un computador, un app, un smartphone, un sofá creativo o una lámpara wow, es un tablero blanco y claro está el marcador.

Para tener en cuenta

En 2016:

  • Colombia estuvo al borde de un racionamiento eléctrico aunque no fue en todo el país, ciudades como Cartagena se vieron afectadas.
  • Después de 27 años Argentina ordenó cortes de luz.
  • El Valle de México presentó fallas de energía eléctrica ocasionadas principalmente por los fuertes vientos. 
  • Venezuela ordena racionamiento por 40 días en todo el país.

Nota: Después de esto siguieron el día con mascotas, el día del home office y hasta algo imposible en una agencia de publicidad, pero se logró: trabajar solo 4 días en la semana. Luego les contaré…

Autor: Germán Espitia

¿Usted ha visto a Dios? Porque ellos sí

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles (…); todo ha sido creado por medio de él y para él.” Colosenses 1:16

 Por Sara Céspedes

¿Ha escuchado la voz de Dios? ¿Ha visto la cara de Dios? ¿Sus manos? ¿O por lo menos sus dedos? ¿O se imagina cómo se ve? ¿Cree que Dios es un viejo senil de barba y cabello blanco? ¿O que es un ser invisible? ¿Tal vez inexistente? Sea cual sea su idea dista exponencialmente del Dios de Exposición Invisible y del colectivo a manos del que surgió esta idea.

Esta exposición titulada “Invisible” surgió como un espacio en donde el Dios – el de nuestros abuelos, ese que de pequeños nos imaginábamos como un señor viejísimo de bata, cabello, barba, y absolutamente todo, blanco, y que buscábamos para ver desde qué parte del Cielo nos estaba viendo – se da a conocer a las personas a través de la creación, tanto divina, como de artistas, fotógrafos, diseñadores, o cualquier persona creativa que con sus manos realice algo que muestre al Dios invisible.

Si el concepto le sorprende, las piezas de la primera exposición lo van a sorprender aún más. Desde un Diccionario de dudas Ilustrado, en el que la única palabra que se define es Dios; pasando por una serie de fotos de mujeres que representan el lado femenino de Dios – ¿cómo así? ¿Dios es mujer? – y una colección de prendas de ropa que por medio de texturas, estampados y colores inspirados en H20 – no la bebida híbrido entre gaseosa y agua que trae celulitis con sabor a maracuyá – sino el agua, componente que, al igual que Dios en este símil, trae frescura, paz y descanso; finalizando en unos cuadros acompañados de su respectivo audio inspirados en cómo ven, escuchan y hablan a Dios personas que normalmente no pueden hacerlo con aquellos a su alrededor por discapacidades físicas – eufemismo para decir cómo ve una persona ciega a Dios, o cómo lo escucha una sorda, o cómo ora o reza una que es muda –.

Esta iniciativa es un espacio, un lugar, un momento en donde se están rompiendo – o por lo menos rayando, y más a mí – los esquemas de lo que debería o se espera que sea Dios. Así cómo el Diccionario de dudas Ilustrado, ir a esta exposición lo lleva a uno a leer, preguntar y construir sus propias definiciones lejos de la imagen del Dios viejo, y con exceso de blanco en su outift.

Autor: Sara Céspedes

Fotografías por Leonardo Garzón y Pablo Muñoz.

LAS MARCAS GRANDES SE HAN VUELTO PEQUEÑAS

POR: Carlos palacio

Hoy en día existen marcas muy grandes, que han dejado de ser Grandes Marcas.

Durante toda la historia nos hemos negado a la realidad. Siempre nos hemos demorado en aceptar lo que alguien ya había visto hace tiempo, como cuando nos decían que la tierra era redonda.  Y nos estamos demorando en aceptar que el mercado ha cambiado, que lo que te hace importante no es tu estructura ni en cuantas partes puedas estar, sino que lo que te hace grande es lo que le importas a los demás.

En esta nueva época el consumidor nos obliga a pensar mas allá de lo que ofrecemos, de nuestra competencia y  de nuestros objetivos. Ahora tenemos que estar pensando en cuales son las motivaciones humanas que estamos activando. Como lo afirma el autor de “Human Media” “Map Makers” y escritor de un reconocido blog Isra Garcia.

Actualmente el crecimiento de una de empresa depende de sus empleados, accionistas y futuro negocio, es decir, sostenida y sostenible en el tiempo. Un sistema, que parece nunca acabarse.  Pero este sistema aunque parezca infalible está creando una diferencia entre una Gran marca y Marca Grande.

El secreto de una GRAN MARCA  es que no se está enfrentando a reinventar un modelo de negocio que le perdure en el tiempo, sino que esta en la lucha de motivar comunidades que sustenten su objetivo como marca. Es decir, son capaces de hacer de un producto o un servicio una experiencia diferente y relevante, algo único, para ti.

 ¿Qué puede tener hoy de único y especial un Iphone? ¿que tiene de especial y único estar en Bogotá y comer en un Corral o un Subway si en cada cuadra encuentras uno?

Cuando una marca crece por sus objetivos económicos, está obligada a dar la misma experiencia que tenías en un establecimiento a miles y miles de ellos, por lo que deja de ser única. Cuando esto sucede es que ya no hay nada importante, nada que te haga singular y es ahí cuando dejas de ser una Gran Marca y te conviertes en una Marca Grande.  Como lo menciona Isra García en su libro Human Media la nuevas formas de comunicación han descentralizado el poder que antes pertenecían a las grandes marcas.

Debido a todo esto es que el consumidor prefiere ir al carpintero del barrio a comprar sus muebles, ya que con el puede diseñar a su gusto y escoger los materiales de su preferencia. Lo cual lleva a la creación de un producto único y original, llevando al consumidor a una experiencia mas gratificante que ir toda una tarde y perderte en TUGÓ.

Por esto es que cada vez el mercado le apuesta y le apasiona lo local, por que es singular, porque te da algo que en otros lugares no te pueden dar. Porque en un mundo donde hay tantas cosas lo que te hace grande no es el tamaño ni la estructura que tengas, sino que lo que te hace grande, es ser diferente.

Las marcas que no dejen de pensar como un monopolio, a modelos que les permitan crear diferentes experiencias al consumidor, que sean marcas capaces de proponer un propósito, no para ellas, sino para nosotros  estarán dispuestas a pasarla mal los años que vienen.

Autor: Carlos Palacio

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